Cualquier tecnología utilizada de forma dolosa, con fines no éticos o motivados por intereses particulares supone un riesgo
La popularidad que ha ido alcanzado el ChatGPT, así como los beneficios que prometen otras herramientas de Inteligencia Artificial (IA) ha hecho temer a las personas sobre su futuro laboral y es que la capacidad de este tipo de tecnologías se ha convertido en una gran apuesta para automatizar tareas; ¿el empleo de los trabajadores esté en peligro?
Sobre ese punto, el experto de Ciencias de Computación y experto en inteligencia artificial de la UNAM, Luis Pineda Cortés, señaló que “sí hay riesgos”, pero enfatizó en que también se requiere personal más activo, ya que la tecnología no hace otra cosa más que cambiar “las formas laborales”, entonces la pregunta real sería, “¿qué tan automatizable es lo que haces, o qué tan humano es?”.
El especialista agregó que la automatización permite “que las labores las realicen máquinas en vez de seres humanos y que los seres humanos puedan tener una vida más humanas”, y quienes teman perder su trabajo, se cuestionen “¿qué tanto de tu actividad realmente es reemplazable?, ¿qué tanto eres humano en tus horas laborales?”.
“Si quieren ser más humanos, entonces que las máquinas hagan el trabajo y hay que ocuparse de enriquecerse como persona para que la actividad profesional, social sea en general más humana”, dijo Pineda Cortés, quien reconoció que IA como ChatGPT tiene ventajas, pero también representa un riesgo “de que los contenidos se utilicen de manera dolosa, con fines no éticos o motivados por intereses particulares, ya sean económicos o políticos”.
El experto puntualizó en que “no hay que tener miedo de estas tecnologías, pero sí hay que tener conciencia de su impacto” y que “la sociedad aprenda a utilizarlas”, por ejemplo, ChatGPT es una herramienta que permite “establecer relaciones estadísticas entre los textos que puede analizar y predice el texto más probable”.
No obstante, también agregó que lo que no es tan claro son las respuestas que da esta IA, ya que “no es una sola, sino muchas y después hay un procesamiento que elige la respuesta más accesible a los seres humanos, aparte lo ordena con una estructura retórica bastante rígida”, lo que hace obvia la necesidad de las personas.
