La previsión normativa de los factores de riesgo psicosocial, tanto en el Reglamento Federal de Seguridad y Salud en el Trabajo (RFSST), como la NOM-035-STPS-2018, Factores de riesgo psicosocial en el trabajo-Identificación, análisis y prevención (Norma) es un motor de cambio hacia estructuras corporativas más humanas, en las cuales lo económico no es lo único importante.
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Si bien es cierto la detección de los peligros de este tipo al interior de los inmuebles de trabajo trae consigo que no se afecte la salud mental y emocional de los trabajadores; también lo es que conlleva la base para la implementación de políticas corporativas que permitan acercarse a lo humano y potenciar en sus colaboradores sus aptitudes emocionales (arts. 132, fracc. XVII, LFT; 7o., fracc. VII; 43, fracc. I, RFSST, y puntos 1 y 5.2, Norma).
Ello implica que las compañías en su camino para la detección y el combate de los peligros de carácter psicosocial creen las condiciones laborales necesarias para dotar a sus directivos y subordinados de las herramientas que les ayuden a gestionar sus emociones y de las aptitudes que los fortalezcan en contra de esos factores y les brinden una virtud de apoyo social, como son:
- empatía, requiere que sean capaces de identificar y atender las necesidades actuales del resto de los individuos
- comunicación, exige que estén en disposición de escuchar
- solidaridad, conlleva su capacidad de ofrecer ayuda a otros, y
- coordinación, demanda que cuenten con disposición para participar en los procesos corporativos con los cuales se optimiza el desarrollo de la empresa
En este contexto, cuando sus trabajadores cuentan con cierto grado de inteligencia emocional, se impacta positivamente a una de las células importantes de la sociedad y las empresas.
